Así como recurrimos al oculista cuando notamos que no vemos bien, debemos prestar atención a nuestra audición con revisiones periódicas realizadas por un profesional, quien podrá diagnosticar el estado de su audición y asesorarle sobre las alternativas para conservar y atender su sistema auditivo.

Entre más rápido mejor

La pérdida de audición sin tratamiento afecta funciones cognitivas, físicas y sociales; además de estar relacionada con otras enfermedades como depresión y demencia, que merman la calidad de vida.